Sin duda, los paneles solares son una de las grandes revoluciones energéticas de este siglo, ya que nos permiten aprovechar directamente la luz solar para transformarla en electricidad. Se trata de una fuente renovable, infinita y no contaminante de energía que, a medio y largo plazo, supone un ahorro económico muy importante. Ahora bien, muchos de nuestros clientes tienen la siguiente duda: ¿Es mejor aislar antes de poner paneles solares? ¿Es mejor hacerlo después?
A lo largo de este artículo daremos respuesta a esta pregunta y os ayudaremos a conocer todos los beneficios e inconvenientes de la decisión.
Vamos a dividir nuestra respuesta en dos opciones diametralmente opuestas para que se puedan valorar todos los puntos clave.
Cuando nos decantamos por la instalación de placas solares, lo que nos motiva es, sobre todo, el ahorro energético, pues con las placas se reduce de manera drástica el gasto energético. Bastará con que llevemos a cabo la inversión inicial para empezar a ahorrar mes a mes.
El aislamiento térmico cuenta con una filosofía similar. Si los paneles nos permiten dejar a un lado la red eléctrica general, el aislamiento independiza nuestra vivienda de la temperatura exterior. De esta forma, podemos utilizar la energía de manera mucho más eficiente para climatizar el interior del domicilio.
Es decir, tanto aislar como poner paneles solares persiguen el mismo objetivo: ahorrar energía. Pero, muchas veces, por incompatibilidades, es difícil instalar las placas a la vez que se aísla el domicilio, por lo que hay que seguir un orden. Una opción es poner los paneles solares primero y después aislar. Esta alternativa conlleva dos desventajas muy claras:
De todo lo que hemos comentado hasta ahora se deriva que lo más recomendable es aislar antes de poner paneles solares. De esta forma, ahorraremos energía de manera inmediata. Si, además, a continuación, instalamos los paneles, el beneficio económico será todavía mayor. Pero el orden lógico para exprimir al máximo las ventajas de estas dos inversiones es comenzar siempre con el aislamiento.
Por otro lado, como ya contaremos con la referencia de los gastos energéticos de una vivienda convenientemente aislada, solicitaremos la instalación de la potencia fotovoltaica adecuada, sin pasarnos por haber medido de manera incorrecta.
Es aquí donde entra en juego la posibilidad de hacer uso de celulosa o lana de roca para aislar térmicamente una vivienda antes de instalar el sistema fotovoltaico. Gracias a estos materiales, se logra que la construcción tenga mucho menos contacto térmico con el exterior. De este modo, la temperatura de dentro será lo más independiente posible de la de fuera. Además, a esto contribuye el problema de los falsos techos.
Dicho en otras palabras: tanto la energía que se utilice hasta la definitiva instalación de las placas solares como la que se gaste después, podrá ser muy eficiente si se lleva a cabo, en primer lugar, el aislamiento debido. Por tanto, ya tenemos claro que debemos aislar antes de poner paneles solares.
Ya hemos visto de qué modo instalar paneles solares en una vivienda nos ayuda a ahorrar, pero lo hace de mejor manera si se acompaña de otras acciones como el aislamiento, que es preferible hacer siempre en primer lugar. Lo ideal es acudir a profesionales del sector como los que forman parte del equipo de Provaiser que nos permitan conseguir los resultados deseados.
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