Uno de los conceptos fundamentales en los que los arquitectos e ingenieros energéticos más insisten con respecto a una vivienda es el de la estanqueidad del aire. Tal es su relevancia, que ningún propietario de un edificio en Valencia debe caer en el peligro de no comprender exactamente en qué consiste. Por este mismo motivo, a lo largo de este artículo se va a tratar detalladamente cuál es la idea a la que dicho término hace referencia y, sobre todo, cuáles son los efectos que tiene sobre la eficiencia energética y la comodidad para aquellos que habitan en una casa.

¿Qué es la estanqueidad?

No es posible definir el concepto de estanqueidad sin hacer referencia al aire. Y es que se trata de una característica que, precisamente, consiste en la capacidad de una vivienda de mantener dentro de sí misma el aire, sin que exista intercambio del mismo con el exterior.

Para entenderlo hay que definir previamente otro concepto. Se habla, en concreto, de la envolvente de la vivienda. Se trata de los diferentes cerramientos que separan el interior del inmueble del exterior. Asimismo, también se usa para hablar de aquellos elementos que separan los elementos habitables de los que no lo son. Es el caso, por ejemplo, del garaje o el trastero. Esto hace posible la creación de un entorno hermético en el que no existen fugas de temperatura.

Al quedar la vivienda completamente aislada, en verano no se ve afectada por el calor, ni en invierno por el frío y, en el caso en el que se ponga la calefacción o el aire acondicionado, se podrá disfrutar de su máximo potencial, dado que no se perderá ni un ápice de sus efectos.

La posibilidad de alcanzar la estanqueidad en un edificio es posible tan solo poniendo especial atención sobre las puertas, las ventanas, los agujeros de los enchufes, la salida de los tubos de ventilación y, en general, cualquier clase de posible fuga o contacto entre el aire del interior de la vivienda y del exterior.

estanqueidad del aire

La envolvente puede estar formada por todos estos elementos:

  • Las ventanas y demás acristalamientos.
  • Las persianas.
  • Las puertas.
  • Las paredes y los muros.

Sobre esta envolvente recae la responsabilidad de evitar que el aire del interior de la casa se escape hacia el exterior y viceversa. Con la excepción, claro está, de que las personas que residan en su interior deseen ventilar el hogar. En este sentido, conviene diferenciar entre los términos ‘ventilar’ e ‘infiltrar’.

Dicho esto, se puede definir la estanqueidad de una vivienda como su capacidad para evitar que acceda al interior el aire procedente del exterior. Puede conocerse mediante la realización de una prueba denominada ‘Test de Blower Door‘. Se rige por la norma UNE-EN 13829:2002 y se lleva a cabo mediante un ventilador, una lona estanca, un anemómetro y una cámara termográfica.

¿Cómo asegurar la estanqueidad del aire dentro de una vivienda?

Generalmente, los problemas relacionados con la falta de estanqueidad tienen su origen en el momento de construcción de la vivienda. Hay que tener en cuenta que el viento ejerce una presión que puede deteriorar las capas aislantes del envolvente. Esto se produce en mayor medida en dos puntos críticos, que son:

  • Los encuentros estructurales. Es decir, los puntos en los que se unen diferentes elementos constructivos como, por ejemplo, el forjado y la fachada, o una ventana y una persiana.
  • Instalaciones de luz, agua o gas. Así como de cualquier otro conducto de ventilación o saneamiento del inmueble.

Conviene revisar con especial atención todos esos elementos en la fase de ejecución de la vivienda. Las cintas sellantes de espuma expansiva, las membranas impermeabilizantes líquidas y la espuma aislante de poliuretano son buenas opciones de cara a subsanar posibles infiltraciones en esas zonas.

¿Cómo se mide la estanqueidad?

Los arquitectos han desarrollado una magnitud que nos permite medir cuantitativamente la hermeticidad de un edificio. Se trata de las «renovaciones por hora». Los edificios antiguos, en general, cuentan con una tasa de renovación por hora de entre 10 y 12. Lo ideal, sin embargo, es intentar alcanzar cifras inferiores a 1, con tal de poder afirmar que, en efecto, se trata de una vivienda hermética.

Para ello, como venimos diciendo, será preciso dedicar tiempo y esfuerzo a la impermeabilización de la casa en Valencia, así como a su aislamiento térmico.

estanqueidad | Provaiser

¿Cómo afecta la estanqueidad del aire al interior de la vivienda?

La estanqueidad del aire del interior de una vivienda tiene múltiples beneficios para sus residentes. El primero de ellos tiene que ver con la salubridad del ambiente. Por ejemplo, al evitar las infiltraciones, resulta imposible que penetren en el interior de la casa partículas nocivas y gases contaminantes procedentes, por ejemplo, de los coches. También impide que aparezcan humedades y, con ellas, diferentes patologías asociadas.

Además, la estanqueidad evita las corrientes de aire indeseadas y logra un mejor mantenimiento de la temperatura interior. Esto reduce el consumo energético requerido por los sistemas de aire acondicionado y calefacción.

¿Qué efectos tiene sobre la sostenibilidad energética y el confort?

Más allá de todo lo dicho hasta este punto, cabría preguntarse la razón por la que perseguir la hermeticidad de una vivienda. Pues bien, tales razones giran en torno a, en esencia, dos pilares fundamentales:

  • La sostenibilidad energética: Una vivienda que continuamente está sometida a los cambios de temperatura del exterior es una casa de una sostenibilidad terriblemente baja. La energía que será preciso invertir cada vez que se pretenda elevar o reducir los grados centígrados en comparación con la temperatura exterior será enorme. Si no se da una buena impermeabilización, los efectos del aire acondicionado y de la calefacción se escaparán por los huecos existentes.
  • El confort y la comodidad: Estrechamente ligada al punto anterior, encontramos la idea de la comodidad de los habitantes de la vivienda. Tan solo si se garantiza que van a contar con temperaturas agradables, independientemente de la situación exterior, podrá decirse que se cuenta con una casa confortable.

Habiendo quedado clara la relevancia de una característica de la vivienda como es la estanqueidad, no puede dudarse acerca de la conveniencia de invertir tiempo y dinero en alcanzarla. Así, siempre será recomendable contar con una empresa especializada en aislar e impermeabilizar convenientemente el hogar. Esta será la única manera de lograr disfrutar de todos los efectos que la hermeticidad de la vivienda tiene sobre el ahorro energético y la comodidad de toda la familia. En este sentido, consultar a expertos en la materia que puedan ofrecerte respuestas y presupuestos sin compromiso nunca será una equivocación.

En definitiva, la estanqueidad del aire de una vivienda es un concepto muy importante. Lo que persigue es evitar las infiltraciones de aire procedentes del exterior que pueden afectar a la calidad de vida de los residentes tanto en términos de salubridad como de bienestar térmico y sonoro. Por ello, antes de finalizar la ejecución de las obras, es fundamental comprobar que no ha habido errores en la envolvente que puedan comprometerla. Algo especialmente delicado en determinadas zonas críticas de la edificación.